Ganar cancha




Ganar cancha es un cuento que escribí en 2020.

Mi talentosísima amiga Jocelyn Vazquez lo ilustró y lo hicimos zine.

Lo puedes leer en Plástico Revista Literaria, en Punto de Partida y en la antología Infancias perdidas de Fondo Blanco Editorial. También lo puedes escuchar en esta adaptación que produjo Radio UNAM.

Esteban López Arciga escribió esto sobre él:

En el paro estudiantil que se dio en la UNAM en 2018, una activista veterana me dijo “toda cuestión de logística es política si le escarbas tantito”. En este relato ilustrado de Jessica Sevilla contemplamos cómo es que en algo tan simple como la distribución del espacio a la hora del recreo en la escuela se juegan potentísimas dinámicas de género.

En alguna escuela de Mexicali las niñas empiezan a cuestionar por qué una minoría de niños que juegan fútbol debe acaparar todo el espacio de la escuela y vemos cómo esta duda se desenvuelve hasta llegar a la médula de los sistemas de dominación que asechan desde afuera para integrar a lxs niñxs a sus jugadas macabras al salir de la escuela. Haciendo paralelos con la figura de Emma Goldman, vemos en las niñas una línea de fuga, en su deseo de tener un espacio para jugar y bailar vemos una posibilidad de emancipación que empieza con el reclamo de un espacio meramente para existir. 







Ganar cancha is a story I wrote in 2020.

My very talented friend Jocelyn Vazquez illustrated it and we made it into a zine.

You can read it in Plástico Revista Literaria, in Punto de Partida and in the anthology Infancias perdidas by Fondo Blanco Editorial. You can also listen to it in this adaptation produced by Radio UNAM.

Esteban López Arciga wrote this about it:

During the student strike that took place at UNAM in 2018, a veteran activist told me “Every logistics issue is political if you dig a little deeper.” In this illustrated story by Jessica Sevilla, we contemplate how powerful gender dynamics are at play in something as simple as the distribution of space during recess at school. In a school in Mexicali, girls begin to question why a minority of boys who play soccer should monopolize all the space in the school and we see how this doubt develops until it reaches the core of the systems of domination that lurk from outside to integrate the children into their macabre games when they leave school. Drawing parallels with the figure of Emma Goldman, we see in the girls a line of flight, in their desire to have a space to play and dance we see a possibility of emancipation that begins with the claim of a space merely to exist.